Última moneda
Una moneda ya me queda,
una moneda que es mi condena,
una moneda que guarda esperanza,
una moneda llena de pena.
Hago la llamada final,
aunque sé que me costará la vida,
hago la llamada final,
aunque no signifique
volver a la humanidad.
Suena el tono de entrada,
mientras paso por la mía,
cada timbrazo es una trompeta,
cada paso afloja las cadenas.
La línea parece ocupada,
como el trajín de la calle,
la línea se descuelga,
como las vías del tren.
Una voz dulce y tranquila saluda,
con sus melodiosos compas de preguntas,
cuando mi esperanza flagela,
cuando mis ánimos juegan con candela.
Ella me espera, ella me alienta,
ella dio su vida, para que volviera a verla,
ella era mi todo, y yo su tesoro,
ella sabe que le daría mi vida entera.
No hay más tiempo para lágrimas,
la llamada no puede ser perpetua,
mi tiempo con la moneda es limitado,
pero su bendición mi alma ha salvado.
Ver versión PDF del número 13 de la revista de artes y literatura Cuenta Artes
https://cuentaartes.org/edicion-13-vestigios
Mario Hurtado
(Bogotá, 1995) Nacido en Bogotá, pero criado en Medellín, este autor colombiano se caracteriza por una escritura barroca, una combinación entre lo poco ortodoxo y la expresión de ideas fluidas; a sus 29 años ya ha publicado varios libros como coautor, deseoso de expandir sus horizontes en búsqueda de la crítica y de los consejos, más allá de las constelaciones de aplausos que lo han iluminado hasta ahora…
Antes de que te embarques en mis lecturas, te quiero dejar un mensaje o como lo quieres llamar (y tomar): “Leer no es una obligación, es una necesidad de nuestros subconscientes de entender el mundo de forma codificada, y es la forma que tiene nuestro ello de empatizar con la narrativa de la humanidad”
Así pues, solo me que decirte…
¡Nos vemos en mis rimas, nos vemos en mis historias!
