”Lo atraía la posibilidad de ser libre. Pero la libertad que uno añora siempre es distinta a la libertad que uno recibe.”, piensa uno de los personajes de “Barranco City Mon Amour”, reciente novela del periodista y escritor Pedro Casusol, publicada por editorial Paracaídas Soluciones Editoriales, en su sello Narrar. 

Ambientada en los inicios del nuevo milenio y fecundada como una novela coral, la novela de Casusol relata la etapa post adolescente de un grupo de jóvenes, cuyo vuelo principal pretende consolidarse en un estado de admisión propia y a la vez que colectivo. Es a través de drogas, relaciones turbias, bohemia y un decorado nocturno de soledad y languidez, que las voces descritas remueven su propio mundo, impulsadas por un sinsabor a veces incomprensible para ellos mismos. 

A primera impresión puede parecer que el autor desdeña el molde psicológico de cada personaje, pero conforme avanza la lectura va clareando su intención de inmiscuir al lector en un camino atribulado puramente por las acciones que emanan de ellos y los configuran dentro de una unidad lograda, recordando un poco al cosmos derrotista de novelas como Ciudad de M, por ejemplo. El terreno de acción es casi siempre el plano urbano, bohemio y bullicioso, capaz de crear una ilusión de campo seguro y libre, a la vez que despreocupado y abarrotado de posibilidades, no siempre purgantes. 

“Esto es lo último que voy a escribir antes de arrojar el cuaderno por la borda. Solo una cosa más: que la persona que llegue a Iquitos sea alguien completamente diferente a mí.”.

El Barranco creado por Casusol difiere de aquella idea un tanto manida de lugar conceptual, donde el arte y la bohemia respiran en cada hoja de los árboles, en cada puente de madera, y se muestra como un sector al que los personajes han perdido aquel respeto místico y son más bien peregrinos de sus propios perfiles salvajes. Emblemático bar del distrito, El Juano (Juanito en la vida real), tiene la función de punto pivote en el rumbo vital de algunos personajes, pues en él ven nacer y morir un buen puñado de ilusiones.

“Digamos que tengo una relación tóxica con Barranco. Lo odio, pero al mismo tiempo lo amo. A veces pienso que es como un estado de ánimo. Un Barranco mental.“  

El libro está compuesto por 28 capítulos cortos, intercalando con aliento pausado cada vivencia de Fernanda, Lola, Gonza, Cas, el Vampiro, Susy, entre otros personajes. El lenguaje propuesto por el autor se deja leer, es ágil, periodístico en cierto modo, sin coquetear con el lirismo ni colmar la lectura con descripciones infladas. No cae en amaneramientos emocionales ni llantos de joven caprichoso, a pesar de la edad adolescente de sus protagonistas.

Sin embargo, desde el punto de vista estético, es justamente el lenguaje el que podría tener visos de mayor altura. Si bien cada personaje se diferencia por sus acciones, el lenguaje a lo largo de la obra resulta monótono; más aun, teniendo en cuenta que está contado en primera persona. Pienso que el autor pudo haber explorado y explotado cada voz en particular y así ensamblar una multiplicidad vocal de mejor factura.

Otro aspecto a considerar es la aparición de frases hechas, tanto en símiles como metáforas. Por ejemplo: “La carretera al sur se prolonga como una serpiente”; “un hilo dental que dejaba poco a la imaginación.”; “un hombre pelado de nariz aguileña”, entre otras.

En resumen, “Barranco City Mon Amour” dilucida una obra de ambición formal que, aun con sus puntos flacos, marca una impronta positiva en el oficio narrativo de Pedro Casusol.

Ficha técnica:

“Barranco City Mon Amour”, de Pedro Casusol

Editorial: Paracaídas Soluciones Editoriales, bajo su sello Narrar

Año 2021

315 páginas

Tapa rústica

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