Nos complace anunciar la inauguración de “XHIZITO: Opciones Ambiguas y Reflexiones Torcidas”, una exposición individual del artista visual Jimy Cristóbal Cruz, bajo la curaduría de Carla Sagástegui. La muestra dará inicio este viernes 4 de abril a las 6:30 p.m. en la galería de arte de nuestro Centro Cultural Cholo Terco (Bajada de Baños 342, Barranco).
El cosplay, una tradición japonesa, consiste en disfrazarse de personajes de anime para participar en festivales de manga y animación. En sus versiones asiáticas y en la tradición de cómics de superhéroes y aventuras de Estados Unidos y Europa, se celebra con disfraces
durante grandes eventos, de manera similar.
Reflexiones Torcidas es, en cambio, una pieza tecnológica que controla la experiencia de la muestra vivida por los espectadores. Al igual que todo el proyecto XHIZITO, esta obra se enfoca en el cosplay peruano, una reinterpretación del cosplay japonés. Lejos de los tradicionales disfraces de personajes como la niña mágica Sailor Moon o el muñeco infantil Barney, lo que encontramos aquí es una “carcasa” infantil y peruana que oculta por completo al individuo. A veces se ve solo una parte de su cuerpo, pero nunca su rostro. La pieza también desafía el concepto de “cosplay auténtico”, apropiándose de muñecos sin permiso, destacando aspectos como la felicidad, el sexo, la tragedia y el rechazo.
Una mascarilla que cubre y devora. Al igual que la noticia real de un allanamiento en un prostíbulo durante la pandemia, visible en las primeras escenas del video Reflexiones Torcidas, donde el verde eléctrico del muñeco se mezcla con el ambiente del burdel. La pieza se desenvuelve entre testimonios y entrevistas de ficción, tan verosímiles y realistas como las experiencias de los personajes dentro de XHIZITO, quienes permanecen ocultos tras el arte que los encierra.
La coraza que lleva el personaje en su interior no es una simple máscara, sino un medio a través del cual se expresa un ser complejo, constituido por discursos sensuales que emergen en la obra. En los videos, las pinturas y los huacos del fantasma Jimysan, irrumpe una tragedia plural: el virus, el alcohol, el sexo, el trabajo ambulante, el emprendimiento. La obra ofrece refugio dentro de un muñeco, una figura de esponja caliente que cubre las huellas del cuerpo que habita la calle, enterrando las violencias de su infancia y de aquellos recuerdos que distorsionan la cordura.
Una tragedia estridente, llena de colores y formas infantiles que se desbordan hacia el lienzo, hacia la luz, hacia la pantalla: todo lo que tú ves.
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