Alejandra Cárdenas es limeña desde hace 27 años. Se graduó como psicóloga social en la Pontificia Universidad Católica del Perú, ha llevado un posgrado de Gestión en Recursos Humanos en la Universidad Pacífico. Sin embargo, su atracción por las artes le ha llevado a una serie de mutaciones en vida desde la pintura, la fotografía y la poesía. Afirma que desde que ingresó a la universidad, a los 16 años, no ha dejado de escribir poesía.
Sus autores de cabecera son: Pizarnik, Girondo, Baudelaire, Bukowski, Benedetti, Cortazar y Gelman.
A continuación, compartimos uno de los poemas que recitó en el evento cultural Arte Libre, organizado por la poeta Tatiana Olivera. Anuncia que pronto participará en eventos similares y concursos de poesía oral.
Morir no es mas que la suma cuadrada exponencial inversa
de proporciones directas
con la resta de binomios impares
del 1 + 2.
Morir es la indigestión de sacarina
la ingesta de chocolates desmesurados
la alienación del ser
el olvido del yo.
Morir es las imagen acústica
de los hechos irremediables
de la confrontación lacónica
de agonías mudas
y silenciosos ruidos.
Morir es la ausencia
de ese liquido rojizo acuoso
que recorre los tubulares acueductos del cuerpo
o la extracción voraz
de esa víscera bombástica
que se mueve al ritmo
de manecillas desesperadas.
Morir es desgarrar la lengua
arrojárselas a los cuervos
destruir las orejas
demolerlas
acuchillar los ojos
desangrarlos
deformarse los dedos
destruyendo el mundo
con los puños.
Vivir es todo lo contrario
elevado a la raíz de i (número imaginario).
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