Por José Antonio Samamé Saavedra
La obra de Lovecraft se caracteriza por propugnar un estilo literario peculiar con matices terroríficas y sobrenaturales que resaltan por su calidad de innovación, lo cual, se evidencia mediante la creación de libros malditos, viscosas criaturas, ubicaciones imaginarias, rezos, conjuros e innovaciones que confieren realismo a la narración de diversas historias entretejidas. Cabe mencionar que, la producción literaria del escritor de Providence consiguió un gran número de adeptos por el estrecho vínculo con la realidad que plasman una gama de historias secuenciales, cuya transcendencia ha permitido su incursión en diferentes ámbitos como la música, cine, cómic, entre otras manifestaciones artísticas.
Por tanto, la mayoría de cineastas, diseñadores, escultores, pintores o escritores que han optado por realizar labores con temática vinculada con el terror, el miedo y pánico tienden por analizar de forma consistente la obra lovecraftiana, siendo sus creaciones artísticas producto de la influencia del estilo mostrado por el escritor de Providence. No obstante, la popularidad de la producción literaria de Lovecraft ha provocado que se desvirtue su esencia, imposibilitando conocer el verdadero sentido o mensaje de sus textos desde una perspectiva personal.
A partir de los años sesenta los relatos de Lovecraft empezaron a adaptarse en el cine, de forma similar como lo realizado por Roger Corman en las diversas obras de Poe, no obstante, los resultados no denotan aciertos o semejanza con la obra lovecraftiana, siendo catalogados con denominación de cine de serie B por manifestar una atmósfera lejana del universo misterioso, enigmático, exótico y críptico del escritor de Providence, es decir, el producto conforma una mezcla de elementos de una cultura colectiva que solamente incluyen componentes básicos de sus mitos (Hernández de la Fuente). Por ende, las adaptaciones efectuadas de los relatos del padre del horror cósmico se distancian del subgénero horror cósmico expuesto en cada obra, inclinándose por manifestar un estilo y temática diferente a lo plasmado en los textos originales, confiriendo protagonismo a cabalidad del monstruo como lo muestra El innombrable (1988) de Ouellette, asimismo, Stuart Gordon en su película de terror titulada Re-Animator (1985) articula el estilo sobrio de Lovecraft con elementos humorísticos, además, la creación fílmica Infinitamente Endemoniado de C. Courtney Joyner se enfoca en resaltar aspectos que vinculan lo extraordinario con lo sobrenatural tendiendo preferencia por lo visceral hasta provocar sensaciones de repugnancia y pánico en el público.
Respecto a los personajes construidos por Lovecraft en sus escritos, se evidencia un predominio por seres fantásticos, sobrenaturales con una fisonomía deforme que integra rasgos humanos con particularidades de animales acuáticos, lo cual, convergió en una cultura proveedora de una producción mitológica consistente, así como, teorías científicas coherentes en la creación de personajes que manifiestan un trasfondo de carácter psicológico, social y cultural, cuya inventiva literaria se concretó en cómics, cine, entre otras manifestaciones objetivas con notable transcendencia en el siglo XXI (Cuéllar).
Es preciso, mencionar que algunas películas cinematográficas pertenecientes al mediometraje de Andrew Leman y Sean Branney como The Call of Cthulhu (2005) y The Whisperer in Darkness (2011) respectivamente, constituyen producciones respaldadas por Lovecraft Historical Society, las cuales, manifiestan fidelidad, inclinación y respeto por los relatos originales, sin embargo, conforman nuevos productos culturales por el empleo de recursos peculiares de la cinematografía (Peregrina). Por otro lado, los directores adoptan cierto estilo del creador del horror cósmico mediante la elección de tonalidades negras y blancas en la ambientación de escenas, mostrando cautela en la secuencia como puesta en marcha de cada escena. De esta manera, la producción cinematográfica The Call of Cthulhu expone en diferentes detalles desde las estatuillas, libros acerca de Atlántida que leen los personajes, entre otros elementos que recrean un mundo caracterizado por lo críptico, arcano, exótico y esotérico del Maestro de Providence (Palacios)
En ese sentido, la influencia de la producción literaria de Lovecraft, especialmente de los mitos de Cthulhu ha propiciado su transcendencia en otros ámbitos culturales como el cine pese a la difusa prosa sobrecargada en exceso de descripciones, escasa participación de personajes y ritmo lento expuesto en sus obras, lo cual, constituye un reto asumido para cualquier director que elija adaptar sus obras. En el caso del cine español, este trabajo fue desarrollado por José Luis Alemán en un díptico fílmico La herencia Valdemar (2010) y La sombra prohibida (2011), por ende, se amerita analizar similitudes como diferencias de las mencionadas películas con escritos de Lovecraft para determinar el extracto de la obra del padre del horror cósmico.
En el díptico La herencia Valdemar se efectuó una adaptación libre del libro Mitos de Cthulhu, la cual, muestra una total divergencia del texto original por relatar una serie de pugnas entre el bien y el mal con un desenlace feliz en un ambiente que apuesta por el retrofuturismo, asimismo, manifiesta hechos como el matrimonio de Valdemar, entre otros sucesos propios del modernismo (Sánchez, 2000). Acorde con lo anterior, se relega el estilo lovecraftiano pues en las diferentes adaptaciones de su obra al ámbito cinematográfico se aprecian seres primigenios extraterrestres prescindiendo de la participación de demonios o espíritus mostrados en la película desarrollada por José Luis Alemán en aras de satisfacer los gustos del espectador con preferencia por lo fantástico.
En conclusión, el factor más importante en los relatos fantásticos de Lovecraft fue la ambientación o descripción de la atmósfera de suscitación de los hechos narrados antes que lograr una secuencia perfecta del trama, a fin de generar una determinada sensación en el público. Por otro lado, su obra se enmarca en la literatura fantástica por dilucidar historias convincentes que transmiten credibilidad en el lector, aspecto que se consigue tratando una temática con enfoque realista a excepción del momento de abordar un hecho de naturaleza sobrenatural pues este debe generar una impresión significativa y construcción de emociones. Sin embargo, estos elementos desarrollados en la obra lovecraftiana no se registran en algunas producciones cinematográficas porque el acontecimiento sobrenatural tiende a desligarse completamente de un escenario realista, siendo su impacto e irrupción menor al efecto fantástico que empleaba el creador del horror cósmico al describir la atmósfera de Nueva Inglaterra, por ende, rompen con la ley fundamental del género fantástico por diferir de articular la necesidad del espectador de interpretar el universo narrativo con el suyo, lo cual, implica alejarse de actualizar de forma continua las formas de comunicar emociones en especial el miedo.
Sobre el autor:
José Samamé Saavedra (Lambayeque, Perú 1983).
Posdoctorando en Ciencias, Doctor en Ciencias Ambientales, Escritor, Investigador, Ecologista, Catedrático y Conferencista. Actualmente es director de Compartir Verde Latam y fundador de los proyectos ambientalistas y culturales: Fytoplanet, H2fogp, Ciencia Libre Lambayeque, Cazas Plant, MatePerú y BiohReque. Fue director de la revista Magazine Económico 2003 – 2004. Publicó los libros: Artículo Científico: Redacción y Publicación 2024, Los viajes de Pierre 2° ed 2023 y 1° ed 2020, Tráfico Ilegal: Flora y Fauna 2023, El Arte del Ensayo y Artículo 2021, Sobrenatural 2018. En 2020 su libro Los viajes de Pierre fue finalista en el concurso internacional Latin American Nature Awards y obtuvo el 2° puesto en ensayo en el concurso internacional La chalina roja. Ganó el Premio Nacional Aliados por la Educación 2019, Premio Nacional Cultura del Agua 2016 y Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg 2015. Recibió los reconocimientos “Peruanos del Bicentenario 2021” y “Líderes que forjan el Perú”, “Laureles Educativos” por el Colegio de Profesores de Lima Metropolitana 2019 y 2018, así como, por el Círculo de Periodistas de Radio y Televisión 2017. Además, en 2016, la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo le rindió reconocimiento por logros obtenidos en sus investigaciones.
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