Francisco Manuel Pantigoso Velloso da Silveira nació en Lima en 1963. Es abogado tributarista egresado de la PUCP, catedrático de Universidad del Pacífico y acuarelista desde los 12 años. Debido a su indiscutible talento artístico obtuvo el Premio Oro de acuarela en Rio de Janeiro Brasil, 1980. Desde entonces, su trayectoria se viene consolidando desde sus primeras exposiciones individuales, realizadas tanto en Perú como en el extranjero (Brasil).
Esta semana se inauguró su individual de acuarelas denominada “Impresiones en acuarela”, la cual estará abierta al público, del 4 al 27 de julio, en la galería IMARPU.
1.- ¿Desde cuándo sientes interés por la acuarela?
Soy pintor desde edad muy temprana, 12 años. Sentí mucho interés por la acuarela viendo a mi abuelo (Manuel Domingo Pantigoso, Premio Nacional de Pintura 1990) pintar, en su taller de Magdalena y yendo con él a desarrollar la técnica al campo mismo, ya que, como él decía, la Naturaleza es la mejor maestra, presentando sus luces y sombras, sus veladuras y contrastes de color. Recuerdo que el agua era tomada de las acequias, y las enseñanzas fluían bajo la sabiduría de mi abuelo, quien es un Maestro del Arte pictórico peruano.
Debo agradecer lo que soy a él y a mi padre, el gran poeta Manuel Pantigoso, quien me dio y me da las herramientas doctrinales del arte y la acuarela.
2.- ¿Qué nos puedes decir sobre el paisajismo plasmado en tus obras?
El paisaje, urbano o marino es una excusa para pintar a la acuarela. Uno interpreta con la acuarela y a través de los “espacios reservados”, una idea, una vista, un sentimiento cobran vida eterna con el color. La acuarela en su esencia es una impronta, una pincelada fugaz y plena… no permite correcciones de lo pintado (como sí lo faculta el óleo), y esto la hace fresca, sincera, transparente, impresionista.
Pero volviendo a tu pregunta, el paisaje es un recuerdo, un instante, pero el pretexto para pintar es el tema; lo importante es que dejes en el papel pura sinceridad y belleza, y que el espectador se sienta identificado, que la obra lo mueva, le produzca la posibilidad de conocerse mejor… el arte es eso, un vehículo para capturar nuestro mundo interior a través de la recreación de imágenes que nos llevan a un recuerdo, a una proyección futura, a ser mejores teniendo conciencia de nuestro yo interior. Por eso la obra es trascendente. No es un simple cartón coloreado.
Sobre la acuarela hay mucho prejuicio (…) Se le tilda de dibujo coloreado, de simple apunte para obra mayor posterior, se le considera que es “mejor dejarla porque el óleo se cotiza más”, o se dice que “con el tiempo la obra se despinta”. Puros mitos.
3.- Tu arte es difícil y hermoso… ¿Has pensado abordar estilos diferentes, como el expresionismo o quizás la abstracción?
La acuarela es realmente compleja. Si no dominas el agua ella te va a pasar factura, y el cuadro puede ser manchas indeseadas, salvo que uno adrede busque los “accidentes controlados”.
Hay que dominar los niveles de humedad del papel, el grado de pigmentación y la composición con identificación del foco de luz. Se parte de lo claro a lo oscuro, a diferencia del óleo.
Sobre la acuarela hay mucho prejuicio. ¡Escucho cada frase absurda!… Se le tilda de dibujo coloreado, de simple apunte para obra mayor posterior, se le considera que es “mejor dejarla porque el óleo se cotiza más”, o se dice que “con el tiempo la obra se despinta”. Puros mitos. Y denotan -en quien lo señala- una ignorancia pictórica supina.
Estoy para defender los fueros de la acuarela, hay que reinvindicarla, y nunca cierro las puertas para el expresionismo o la abstracción. En la abstracción, he participado con el Grupo Colorbox en exposiciones colectivas de abstracción, con acuarelas dentro de esa corriente pictórica, donde la acuarela tiene mucho que aportar también.
4.- ¿Con cuál de tus obras sientes una conexión personal?
Con las marinas. El mar y los barcos es un tema fantástico, pues permiten ese movimiento envolvente y eterno, además que presentan luces que la acuarela atrapa y recrea.
La mochila artística, mientras más abultada, mejora lo pictórico
5.- Como abogado, ¿consideras que se podría vivir del arte en Lima?
El arte como medio de vida es muy difícil en ciudades como la nuestra, donde el apoyo a la cultura se desvanece cada vez más, dejando lugar a lo chabacano y burdo.
Se advierten espacios de exposición muy cerrados, grupos que se apoyan entre sí y que no aceptan muchas veces nuevos integrantes. Todo ello determina que sea difícil vivir del arte en Lima. Es una lucha desigual.
Pero como en todo en la vida, considero que si eres bueno en lo que te propones, el camino es más fácil, pero uno debe ser perseverante. No pensar en solo vender, sino primero pensar en ser sincero en la obra. El dinero debería venir por su propio peso, por la calidad del artista.
6.- Es evidente tu pasión por la acuarela pero ¿tienes habilidades en otras artes?
Soy pianista y he hecho teatro. Las artes se comunican. Todo lo aprendido se retroalimenta y mejora la acuarela; todo suma, y se convierte en una unidad indisoluble. La mochila artística mientras más abultada mejora lo pictórico.
7.- Cuéntanos sobre tu exposición “Impresiones en acuarela”
Es una exposición que recoge 30 obras en formato A3, hurgando en la temática marina y urbana. En lo urbano existe mucha inspiración en Paris y Venecia.
Así, el público podrá entrar a una cocina llena de humos, como pasearse luego por las callejas parisinas, o subirse a un barco y pasear en el mar o canales venecianos.
Es una exposición con mucho color, audacia y transparencias. Un esfuerzo por ser cada vez mejor en este difícil arte de la acuarela.
Mi abuelo me dijo antes de morir: “debes ser un sacerdote de la belleza”… y trato de seguir sus palabras.
8.- ¿Cuáles son tus futuros proyectos?
En setiembre de este año expondré de manera individual en el Club Social Miraflores, con motivo del aniversario de esa institución y en abril del próximo año debo estar exhibiendo otra individual el Club Regatas Lima.
Como puedes apreciar, mucha actividad, muchos retos, y el compromiso de, en la acuarela, ser mejor cada día.
Uno nunca deja de aprender. En eso estamos, con alegría, pasión y fe. Mi abuelo me dijo antes de morir: “debes ser un sacerdote de la belleza”… y trato de seguir sus palabras.
Así que todos invitados a esta exposición de acuarelas en IMARPU del 4 al 27 de julio, bajo el título “Impresiones en acuarela”.
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