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Reseña de «Historial de la cuerda floja», diez cuentos de escritoras argentinas

Por: Aarón Alva

Más de una vez he oído que Argentina es una nación en busca de algo así como “el cuento perfecto”, más que la posibilidad de la novela concluyente. Se deba o no a la sacralización borgiana, se instauró un tipo de ritmo eterno entre lo fantástico, mágico y metafísico, ligado a la figura y función del cuento en el país del tango. Ya por la modernidad, pero siempre con estelas de aquella tradición, la nueva producción argentina destaca por una gama de variantes frescas en figuras como Mariana Enríquez, Michel Nieva, Samanta Schweblin, Ariana Harwicz, y un largo etcétera. Por supuesto, aparte de aquella lista luminaria, existen propuestas independientes en el país gaucho que vale la pena atender, cuya narrativa no deriva precisamente del folclore borgiano, sino de escrituras consanguíneas a autoras como Silvina Ocampo y Hebe Uhart.

Historial de la cuerda floja, publicado por Lago Editora, contiene diez cuentos de escritoras argentinas, en su mayoría naturales de Córdoba, proclives a una narrativa realista con cierto viraje a lo hiperrealista en algunos cuentos, y con pulsos de sobrio intimismo en otros. Por supuesto, no es un conjunto que pretenda escalar al tablón de las tendencias actuales, pues, la reunión de únicamente mujeres en la obra queda despojada de panfletos y forzamientos “políticamente correctos”. Los personajes, hombres o mujeres, tratan de acondicionar una especie de parapeto emocional ante las dificultades que los embisten, sin que se esto se torne en un pretexto repetitivo de la obra.

Por ejemplo, el cuento El familiar, de María de los Ángeles Fornero, abre con elementos de convulsión psicológica sobre una joven que no puede dormir, a causa de un pasado en que lo trágico comparte culpas familiares. La oscuridad del trance nocturno no solo empeora la aceptación de su infancia, sino que obstruye la posibilidad de destapar su cuerpo de las sábanas, clara alusión a la sensualidad truncada a manos de un poder impune.

En el relato Tigres, Nora, cuidadora de dos felinos en un zoológico en tiempos de pandemia, recibe la visita del padre de su hija aún no nacida, quien es buscado por dos hampones a causa de su labor delictiva. El relato es atrayente por la fuerza psíquica de la protagonista, cuya responsabilidad se duplica —el cuidado de los tigres, su embarazo, la forzosa llegada de su pareja—, y ante la cual no flaquea. Destaca el final, cuando luego del peligro Nora advierte que no les había puesto nombre a los tigres y piensa en Eli (su hija) como una bebé tigre, clara alegoría de la fortaleza adquirida.

Zelde, otro relato destacable, presenta a una mujer aún joven que acaba de perder su trabajo y busca un pilar de soporte emocional en la memoria de un antepasado. La protagonista abandona la ciudad en busca de su padre, quien le narra un viejo encuentro con Zelde por la lejana Rusia. La historia, en vez de remendar el alicaído espíritu de la mujer, termina por derrumbar en ella aquel prototipo de rebeldía idealizado.

Príncipe batracio, un divertimento a modo irónico, donde se trasplanta el arquetipo de príncipe encantador por la imagen de un sapo verdadero, sin más recompensa que la identidad propia de una narradora que circula entre el narcisismo y la aversión por el plástico encanto de las revistas de moda: “Sus cabecitas de croquiñó no saben nada de la poesía batracia, ni de su misterio”.
Golpes animales, otro relato en donde los animales participan del triunfo o derrota interna de los personajes, cuenta sobre un sujeto que se alquila para pelear con un canguro en un espectáculo de circo, exhortado no solo por el monto pecuniario, sino además por los gestos casi de espejismo sensual de una mujer del público. Un cuento con tintes de grotesco.

Cierra el conjunto Alebrijes¸ relato intimista que contrapone el deseo reprimido y la continuidad mecánica de una relación muerta. La parálisis de sueño y la contemplación de alebrijes se manifiestan como elementos de pretensión frenada, de un acceso truncado a la liberación emocional de la protagonista, quien ve todo su entorno como una jaula incapaz de quebrarse: “el bosque no me deja salir, estoy segura”.

Si bien la propuesta del libro se ajusta bien como conjunto, no está exento de ciertas falencias, como la mirada algo inocente o superficial en algunos relatos y la resolución simple y poco profunda en otros. A nivel de lenguaje cumple con sobriedad, sin tintura meliflua. Destacan las figuras que apoyan e interpelan los conflictos, como la presencia de animales y el uso del escenario natural sin excesos de plasticidad.

Una obra mesurada en la actual narrativa independiente argentina.

Ficha técnica:

Historial de la cuerda floja, diez cuentos de escritoras argentinas

Autoras: Ana Sofía Rey, María de los Ángeles Fornero, Deborah Barrionuevo, Patricia Ávila, Susana Roitman, Soledad Galván, Andrea Farchetto, Laura Moreno, Viviana Barrionuevo y Silvina Laura Nicolini

Editorial: Lago Editora

107 páginas

Tapa rústica


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